Se trata de una instalación de autoconsumo con acumuladores con una potencia nominal de 18 kW, siendo esta instalación una de las primeras ejecutadas y legalizadas con este tipo de tecnología en España. El inversor utilizado es de tipo híbrido, el cual es regulador, inversor y cargador en un mismo equipo.
Además esta instalación ha sido integrada arquitectónicamente en el entorno en una pérgola metálica, en la cual se han instalado directamente los módulos fotovoltaicos.
Esta instalación va a suministrar la energía procedente del sol directamente al consumo del edificio. Esta instalación generará la energía eléctrica según la radiación existente y el consumo del edificio. La energía generada por medios fotovoltaicos que no sea consumida en el mismo instante será almacenada en los acumuladores, hasta que el consumo sea superior a lo generado por el campo solar, o en su caso por falta de generación. En caso de que el sistema solar no sea capaz de abastecer el consumo demandado, la instalación tomará de la red la energía necesaria para poder completar la demanda del consumo eléctrico.
Con este tipo de instalaciones fotovoltaicas, se puede llegar a conseguir un ahorro eléctrico elevado, con el consiguiente ahorro económico y aporte medio ambiental a la sociedad.